¡Qué velocidad!, ¡Qué adrenalina!, de verdad estuve apunto del infarto al ver como se van desarrollando las carreras de autos y más aún, la Formula 1, y juro que a partir de que salí de ver la película me declaro ya ferviente seguidor de este deporte.
La película tiene todo, un guión que nos muestra una rivalidad entre corredores de automóviles de la Formula 1 y retrata que en varias ocasiones las rivalidades van más allá del área del juego, no es más importante el que alza el trofeo, es una lucha de vanidad, de poder, de dinero, de reflectores, sí, todo eso se desarrolla dentro de la trama. La rivalidad entre los corredores de la Formula 1 de los años 70`s , Niki Lauda y James Hunt, en una historia donde los dos son los mejores, donde los dos no pueden perder, donde los dos son figuras mediáticas, donde los dos enfrentan una presión social, deportiva y personal.
La pasión es lo que los mueve en todos los terrenos y lo demuestran en la pista, en la velocidad, con su familia, con sus amigos. Una historia de triunfos, de gloria, de éxito, pero que retrata el lado oscuro también de la tragedia deportiva, de la derrota, del llanto, pero son el común denominador de cualquier competencia y aquí lo reflejan sin más, siempre tienen que haber un Ganador y un Perdedor.
Una película muy bien llevada, con un guión por demás claro, preciso y bien realizado, dedicado al deporte, en este caso a los corredores de autos, pero que reflejan el entusiasmo deportivo en cualquiera de sus disciplinas y se logra entender perfectamente durante toda la historia.
Logra sobre salir las actuaciones Chirs Hemsworth y Daniel Bruhl, mostrando una rivalidad que sobre pasa los límites de la pantalla, con una dirección muy bien llevada de sus personajes y disfrutando de su actuación ¡¡qué actores!!, de verdad hay ocasiones en las que no sabes por quién irte en su espíritu deportivo de cada uno, magníficas actuaciones.
Pasión y Gloria lo tienen todo: agilidad, historia, fotografía, cuenta con los recursos de la adrenalina que te hacen sentir las carreras de automóviles, te lleva por esas curvas de la acción en las que no quieres bajarte, pasas de un estado de ánimo a otro gracias a las secuencias de las competencias y esos planos continuos de entretenimiento.
Una película que hay que ver, que hay que comentarla y que promete mucho para perfilarse en una que otra terna de premios, así es. |